"-Suenas los tambores!
-¿Dónde?
-Allí, la chica del cinturón de monedas!"
Se había adentrado tantísimo en el ritmo que semejaba que los redobles salían de su cadera
A la percusión la acompañaban los tintineos de las monedas que colgaban de su pañuelo
Y con los brazos tocaba la melodía adornada con acordes de pecho, hombros y cabeza
Sus manos bailaban,
su pelo bailaba,
sus pies,
sus piernas,
sus muñecas,
su cuello,
de arriba a bajo era arte con ritmo.
Parecía que la música obedecía a sus movimientos, que cada músculo enviaba una orden y un ritmo a cada instrumento
Los presentes estaban hipnotizados, la fusión entre los movimientos y la música era sorprendente….
Se habían encontrado frente a frente con el baile
y con toda su mágia!....
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