SEGUNDA EDAD DE ORO ¿O NO?

¿Qué decir?

No puedo negar, que tras los 19 años está (los 25) están siendo mi segunda época dorada. Y si los factores comunes se resumen en uno: libertad de movimientos (coche propio, trabajo y solteria).

La posible experiencia adquirida en esos 6 años hace que ambas épocas tengan diferencias positivas y negativas

Hago aquello que quiero cuando quiero, más que antes, pues aprendí, por necesidad inculcada personalmente, a ser mucho más egoísta.

Paso más del mundo, pues aprendí, a golpes que yo debo ser siempre lo primero para mi ante cualquier circunstancia.

No doy explicaciones a nadie ni las pido, pero …. pierdo mi esencia mostrando una superficialidad que no tengo.

Lo malo de esto… lo malo, me sobre protejo. El muro que me he forjado me recuerda a mi vida de estudiante, que tras años de burlas y risas que me entristecían y me hacían sentir rechazada, poca cosa o inútil, se forjó a mí alrededor impidiendo la entrada a nadie. Mostrando una imagen de mí borde, prepotente y autosuficiente que no tenía nada que ver con mi realidad.

“¡Que dura eres!” me decían. No, solo es apariencia, pues si te muestro lo blanda que soy podrás reírte de ello.

Lo único diferente de aquella con ahora es que la imagen de hoy es “¡Qué creída y pasota eres!, vas de reina de la fiesta!” por el mero echo de que esa imagen de delante del muro es mucho mas alegre y alocada que por aquel entonces.

Como se sorprenden l@s poco@s que me conocen así y un día les dejo cruzar el muro e instalarse en el rincón de la amistad. Y pasan una tarde tranquila conmigo y dicen ¿estas bien? ¿te pasa algo? No pareces tú…. Si, soy yo, solo que no me conocías, conocías un muro de hormigón infranqueable.

Pero…. que añoranza!! Mi miedo me impide algo esencial, mi miedo me impide ilusionarme.

Cada vez que alguien se interesa en mi persona, en mi ser y quiere compartir su tiempo conmigo de una manera más especial…. creo que miente, creo que quiere acercarse para atacarme cuando esté confiada… Y todo esto era bueno, pues me protegía pero… ¿Qué pasa cuando desearías creer lo que escuchas… y dejarte caer en la ilusion, pero te das cuenta que no eres capaz?