ARRIESGANDO

Y decidí arriesgar

No quería, estaba cansada y agotada, harta de que todo fuese mal, harta de tropezar… de caerme, de ser persistente, levantarme y volver a caer.

De confundirme, de no escoger bien, de no sacar nada bueno, de odiar cada vez más el tema

Estaba cerrada y resignada a vivir sin sentimientos en eso que llaman amor, decidiera no levantarme para evitar caer….

Y caí de nuevo pero había una red de seguridad… caí en tú red. No se ha que puerto lleva este barco pesquero, si llegará a arribar, si irá a la deriva o si sufrirá un terrible naufragio….  Pero decidí arriesgar.

Nunca mejor metáfora pues los barcos son lentos y constantes como debe ser para ir sobre seguro en un terreno tan peligroso, y como será para no equivocarse de camino.

Y es así, lo decidí así, porque me inunda de felicidad volver a sentir que todavía quedan personas por las que arriesgarse, abrirse y volver a creer en la ilusión.

Personas que en caso de naufragio, te ayudarían a nadar a la orilla. Porque merece la pena arriesgar por alguien asi, y sea lo que sea, solo con lo que es ya he ganado conociéndote.

Y si no funciona el barco, sabiendo como eres, se que podemos quedar en el puerto como buenos amigos, porque no te veo haciéndome daño como para no quererlo así.

PASE LO QUE PASE EL GANARÉ CON EL RIESGO.